Es esencial reconocer las garantías como una obligación financiera.
La valoración de estas garantías se basa en la experiencia previa de la empresa. Al finalizar el período contable, es necesario ajustar la provisión de acuerdo con la información proporcionada.
Desde el momento en que una empresa realiza una venta o presta un servicio
adquiere la responsabilidad de cumplir con las condiciones acordadas con el cliente. Esta responsabilidad debe considerarse como una provisión, como se indica en la sección 21 del Estándar para Pymes.
De acuerdo con los Estándares Internacionales
es fundamental revelar cualquier obligación que la entidad tenga con terceros en los estados financieros. Esto permitirá a los interesados evaluar adecuadamente la situación financiera de la organización.
Un ejemplo claro es la garantía que una empresa debe ofrecer sobre sus productos o servicios, como lo establece la Ley 1480 de 2011 en Colombia. Esta garantía asegura que las condiciones acordadas con los clientes se cumplan en su totalidad.
En virtud de esta garantía, la empresa debe responder ante el cliente si surge algún defecto en el producto o servicio. Esto implica reparar el defecto o reemplazar el producto, según lo acordado inicialmente.
Por lo tanto, el Estándar para Pymes requiere que la entidad reconozca esta obligación al momento de la venta o prestación del servicio, ya que adquiere un compromiso con el cliente desde ese momento.
Es esencial considerar cualquier evidencia que pueda indicar un mayor o menor valor en las obligaciones con los clientes, en comparación con la experiencia previa de la empresa.
Al finalizar el período contable, la entidad debe revisar las provisiones reconocidas para determinar si es necesario ajustarlas. Por ejemplo, si se descubre un defecto adicional que requiere una provisión adicional.
En un caso práctico, una empresa de calzado se compromete a reparar o reemplazar los productos defectuosos durante un período de tres meses. Según la experiencia previa, se pueden estimar los costos de reparación y reemplazo, así como las probabilidades de que ocurran.
En resumen, es fundamental reconocer las garantías como una obligación financiera, basándose en la experiencia previa de la empresa. Al finalizar el período contable, es necesario ajustar las provisiones según sea necesario.