Inversiones en sectores productivos
Un ejemplo para clarificar
Alternativas según riesgo y ahorro
Los trabajadores autónomos y los empleados con contrato pueden unirse a este tipo de esquema, el cual les garantiza un ingreso mayor al momento de jubilarse en comparación con lo que ganaban durante su vida laboral.
Muchos jóvenes que están ingresando al mercado laboral dudan de si llegarán a recibir una pensión en el futuro, basándose en la experiencia de sus padres que no lo lograron.
Por otro lado, hay quienes sí obtienen una pensión, pero esta es menor a sus ingresos laborales previos.
Sin embargo, las pensiones voluntarias son una excelente opción para tener seguridad financiera al finalizar la vida laboral.
“Es una manera de aumentar los ahorros personales y potencialmente acceder a la pensión antes de lo esperado.”
La pensión voluntaria complementa la pensión obligatoria,
establecida por la Ley 100 de 1993 y
permite a las personas ahorrar más allá de los límites obligatorios establecidos por la ley
. Es una forma de aumentar los ahorros personales y potencialmente acceder a la pensión antes de lo esperado.
Tanto trabajadores independientes como empleados con contrato pueden unirse a las pensiones voluntarias. Las AFP (Colfondos, Old Mutual, Protección y Porvenir) administran los fondos ahorrados, invirtiéndolos y mostrando a la persona cómo crece su capital y el rendimiento obtenido.
Inversiones en sectores productivos
Al invertir en una pensión voluntaria, se pueden elegir entre diferentes portafolios de inversión que ofrecen oportunidades en diversos sectores económicos.
De esta forma, la persona decide en qué invertir, con la ayuda de expertos que analizan los movimientos en los mercados; es una forma de obtener ganancias a partir del éxito de otros negocios en los mercados nacionales e internacionales.
Karla González, experta en inversiones y profesora universitaria, menciona en la revista Dinero que:
“(…) los fondos de pensiones voluntarias no solo sirven para la jubilación; también se pueden utilizar para otros propósitos o administrar el patrimonio, diversificando el portafolio con inversiones locales e internacionales, según el perfil de riesgo y el horizonte de inversión.”
Un ejemplo para aclarar
Para explicar cómo funcionan las pensiones voluntarias, se presenta un ejemplo de la página web de la administradora de fondos Protección:
“Una persona puede haber aportado 1 millón de pesos y otra $100 millones. La suma total de los aportes equivale al valor total del fondo.
El valor de la unidad indica cuánto vale la participación de cada cliente en el fondo.
Cuando una persona aporta para su ahorro, adquiere un número específico de unidades que se valoran diariamente, según el valor de la unidad en ese momento.
Esto se aplica a Mi Reserva Protección y a todos los Fondos de Pensiones Voluntarias de Colombia por requerimientos de la Superintendencia Financiera de Colombia.
El precio de la unidad varía a diario dependiendo de los aportes y retiros de los afiliados, así como de la valoración de las inversiones en el portafolio.
Al iniciar un fondo, la Superintendencia Financiera de Colombia establece que cada unidad tiene un valor inicial de $10.000, por lo que si una persona entra al principio y aporta $1.000.000, su ahorro equivaldría inicialmente a 100 unidades.
Si después de un año, la unidad aumenta su valor a $10.600, la rentabilidad sería del 6%, y al retirar el dinero, podría obtener $1.060.000. En caso de que la unidad se devalúe, por ejemplo, en un 3%, al momento del retiro, el monto sería de $970.000 (…)”
(Las viñetas son nuestras)
Opciones según riesgo y ahorro
En las pensiones voluntarias, las personas pueden elegir en qué activos desean invertir.
La mayoría de las administradoras ofrecen varios portafolios para que los afiliados elijan según sus preferencias.
Las opciones van desde portafolios especializados para expertos hasta portafolios diversificados para quienes no tienen experiencia.
La elección depende de la tolerancia al riesgo de cada persona y de sus objetivos de ahorro.
Es importante mencionar que la mayoría de las administradoras ofrecen portafolios en pesos, dólares y euros. Estos dos últimos son recomendables para el largo plazo y para aquellos que están dispuestos a aceptar posibles fluctuaciones, ya que son inversiones volátiles.