La nueva normativa tiene como objetivo mejorar la eficiencia en los procesos de insolvencia y la intervención de la Supersociedades.
Se pretende garantizar los derechos de todas las partes involucradas, regularizar el flujo de información y concentrar las actuaciones de los auxiliares de la justicia para una mejor administración de los procesos concursales. Además, se busca reducir la cantidad de trámites necesarios y facilitar la consulta de expedientes.
Las oficinas regionales de la Supersociedades podrán llevar a cabo procesos de insolvencia bajo ciertas condiciones que aseguren la transparencia en las decisiones tomadas.
Se han establecido nuevos mecanismos para facilitar la presentación de memoriales y se autoriza la incorporación de documentos enviados por mensaje de datos al expediente.
Tanto los liquidadores como los promotores tienen la responsabilidad de colaborar activamente con la Supersociedades para agilizar los trámites. Deberán presentar informes periódicos que registren el progreso de los procesos.