Directrices éticas en la auditoría de información financiera
Pruebas de auditoría
Logro de metas
Esta normativa detalla las responsabilidades generales del auditor independiente al llevar a cabo una auditoría de estados financieros basada en las Normas Internacionales de Auditoría (NIA), además de abordar los aspectos clave para alcanzar los objetivos de la auditoría.
La NIA 200 se establece con el propósito de equipar al auditor con las herramientas necesarias para aumentar la confianza de los usuarios de la información durante su labor. Esta confianza se refleja en las opiniones expresadas en los informes del auditor, los cuales contienen información crucial sobre la fiabilidad de los datos presentes en los estados financieros, indicando si cumplen con las nuevas normativas contables de información financiera y si se adhieren a los principios contables.
«En esta NIA, se destacan los aspectos relacionados con la NIA 320, que hacen hincapié en la importancia de que el auditor sea meticuloso al determinar la materialidad o relevancia»
Durante el proceso de auditoría, es esencial recopilar información y documentar el procedimiento mediante pruebas que respalden la opinión del auditor. Para lograrlo, el auditor debe contar con un nivel de seguridad razonable (no absoluto) para respaldar su opinión de manera más convincente ante los directivos y los responsables de gobierno. El objetivo es minimizar el riesgo de emitir una opinión incorrecta.
En la NIA, se resaltan los aspectos relacionados con la NIA 320, que enfatizan la importancia de que el auditor sea cuidadoso al determinar la materialidad o relevancia de los hechos económicos y transacciones de la entidad, así como al evaluar las incorrecciones identificadas en los estados financieros. El auditor debe aplicar su criterio profesional para determinar si dichos hechos son significativos y si afectan las decisiones financieras de los usuarios de la información.
Es importante tener en cuenta que la opinión del auditor y el logro de los objetivos de la auditoría no garantizan la eficacia de la gestión futura de la empresa. A través de sus informes, el auditor hace recomendaciones y hallazgos sobre la información o los procesos de la entidad, pero es responsabilidad de la administración mitigar los riesgos, garantizar un buen desempeño operativo y asegurar la veracidad de la información en los estados financieros.
Directrices éticas en la auditoría de información financiera
Un aspecto crucial en la ética profesional del auditor es su grado de independencia con respecto a la labor que realiza. Mantener esta característica implica que el auditor no debe verse influenciado por la dirección de la organización ni por los responsables de gobierno al emitir una opinión, evitando cualquier conflicto de intereses que pueda comprometer la confianza y credibilidad de su trabajo.
Además, es fundamental que el auditor mantenga una actitud de escepticismo profesional y preste especial atención a la información que genere dudas sobre la fiabilidad de los documentos, condiciones que puedan indicar posibles fraudes, o evidencias de auditoría que contradigan información previamente obtenida, entre otras situaciones que generen sospechas.
«El auditor, manteniendo su independencia y escepticismo profesional, debe cumplir con los requisitos éticos en la auditoría»
De acuerdo con lo anterior, se puede afirmar que el auditor, al mantener su independencia y escepticismo profesional, debe cumplir con los requisitos éticos en la auditoría, los cuales están establecidos en el código de ética emitido por la IFAC.
Algunos de los principios fundamentales que el auditor debe seguir son:
- Integridad
- Objetividad
- Confidencialidad
- Diligencia profesional y competencia
- Buen comportamiento
Pruebas de auditoría
La evidencia de auditoría es el respaldo más importante que tiene el auditor para respaldar su opinión y la información proporcionada en sus informes. Esta evidencia se recopila a lo largo de la auditoría y se compara para identificar inconsistencias que puedan ser resultado de errores, omisiones o fraudes.
El auditor puede utilizar información de auditorías anteriores si considera que ha habido cambios que puedan afectar diferentes aspectos o hechos económicos relevantes para la auditoría actual. También puede recurrir a fuentes internas o externas para obtener información relacionada con la entidad y aclarar situaciones específicas que puedan surgir durante la auditoría.
Además, la falta de información o las restricciones impuestas por la dirección al proporcionar información también forman parte de la evidencia de auditoría.
Logro de metas
El auditor debe comprender completamente los requisitos de las NIA, revisar los conceptos presentados en ellas y, a menos que un requisito específico de las NIA no sea relevante en una situación particular, puede decidir si es necesario utilizar otro procedimiento de auditoría para alcanzar el objetivo.
En conclusión, basándose en su criterio profesional, el auditor puede determinar si, con la evidencia obtenida, ha logrado los objetivos generales de la auditoría o si es necesario documentar la imposibilidad de cumplir con alguno de ellos, lo que podría afectar el cumplimiento de los objetivos globales.