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Cuide un tesoro preciado: la reputación de su empresa

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El éxito de una organización empresarial no solamente depende de la calidad del producto o servicio que ofrece. Hoy en día conocemos también la  importancia del mensaje y la idoneidad de los transmisores del mismo ante los clientes estables o potenciales relacionados con la empresa. Hoy en día es común ver que las declaraciones públicas de un representante organizacional, o la mala calidad de la información brindada por estos, no solamente representan dinero sino también afecta la reputación de la compañía, perdiendo credibilidad frente a la competencia.

Estudios realizados por el Foro Económico Mundial y la firma Fleishman – Hillard afirman que la reputación de una marca representa el 40% de su valor total en el mercado (vea más en http://www.portafolio.co/negocios/empresas/reputacion-empresas-tesoro-manos-voceros-495429), por lo que este aspecto se convierte en un activo inmaterial muy preciado para una compañía consolidada o en ascenso. Una manera efectiva de ver si la empresa se ha venido afectando por lesiones en su reputación está en medir cuánto se ha pagado para mejorar la imagen de la misma ante el mercado.

Los daños que generan las salidas en falso de una compañía en el mercado son más grandes de lo que podríamos pensar. Generalmente vemos que el éxito de una empresa o corporación no es noticia, porque en términos generales esta es su razón de ser y su deber como empresa. Sin embargo los errores cometidos por las mismas sí son noticia porque generan un interés mediático mayor, además son situaciones susceptibles de generar mayor voceo entre la comunidad o el mercado, muchas veces amplificados por las redes sociales. Es una cuestión que no puede ser indiferente a los responsables.

Una vez se comete un error de naturaleza empresarial que afecta la imagen de la empresa, nunca será una buena estrategia mantener  silencio que puede convertirse en cómplice del fallo. Siempre será una mejor salida poner en manos de un representante o vocero. Usar estratégicamente un vocero que haga declaraciones efectivas sobre lo ocurrido siempre va  a generar credibilidad, cuida la reputación y además ahorra dinero.

Es importante tener claro que las actuaciones de los representantes de una empresa (sea esta chica o grande) deben estar estrechamente relacionadas con los fines de la misma,  pues en la mayoría de los casos la sociedad y por ende los clientes, conoce más a las marcas que a quienes las dirigen.

Para cuidar la reputación de su compañía a partir de las actuaciones como representante, tenga en cuenta algunos detalles importantes: mantenga siempre la calma al presentar la información corporativa, cuide su lenguaje corporal que representa casi el 80% de la información, explíquese con lenguaje sencillo, sea complaciente con la audiencia, sea prudente al manejar las redes sociales, reconozca los errores cometidos y comprométase con no reincidir, no hable mal de otras entidades en competencia y sobre todo asesórese.

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